Aylan Kurdi, este pequeño sirio de 3 años, yace en la orilla de una playa en Turquía. Huía de la guerra civil en su país, de los combates contra un naciente Estado Islámico, cuando la lancha en la que viajaban él y su familia, se deshizo. La fotografía fue tomada el 2 de septiembre de 2015. En aquel entonces, cruzó el mundo y se convirtió en el rostro del drama migratorio de Europa. Se esperaba que fuese el inicio de algo grande. Sirvió para que la UE y Turquía llegasen a un acuerdo para frenar las llegadas de migrantes. España debió haber acogido 17.000 personas sirias, pero diez años mas tarde, la imagen no ha cambiado nada