Los palestinos siguen padeciendo las consecuencias de la terrible hambruna a la que están sometidos. Con cada entrega de ayuda humanitaria los habitantes de la Franja abarrotan los puntos de reparto para conseguir algo de comida para ellos y sus familias, en especial para los niños. Según la ONU, cada día mueren 28. Gracias a la presión internacional, Netanyahu permitió la semana pasada la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Aunque en principio fue solo de forma aérea, luego comenzaron a llegar también camiones cargados con alimentos y otros productos de primera necesidad. Aun así, los datos siguen siendo alarmantes: 98 gazatíes han muerto en las últimas 24horas y la cifra total de fallecidos ya supera los 61.000. Se necesitarían 600 camiones diarios cargados de provisiones para que todos los palestinos pudieran suplir sus necesidades alimenticias básicas, algo que no está sucediendo.