El puente más alto del mundo abrió al tráfico este domingo en la provincia de Guizhou, en el suroeste de China, tras tres años de construcción. La nueva infraestructura cruza el Gran Cañón de Huajiang y permite recortar el tiempo de viaje de dos horas a apenas dos minutos. Con 625 metros de altura sobre el río Beipan y un vano principal de 1.420 metros, el puente se convierte en el de mayor luz con estructura de celosía de acero en terreno montañoso, según las autoridades locales. Su longitud total alcanza los 2.890 metros. El proyecto ha incorporado innovaciones tecnológicas en resistencia al viento y construcción en altura, logrando 21 patentes y estableciendo nuevos estándares para la ingeniería de puentes en China. Además de su función de transporte, la estructura incluye espacios de ocio: un mirador acristalado, actividades como puenting o paracaidismo y una cafetería en una de las torres con vistas panorámicas. Guizhou, una de las provincias menos desarrolladas del país, cuenta ya con más de 30.000 puentes, incluidos tres de los más altos del planeta.