La localidad de Belén se prepara para la celebración de la Nochebuena y la Navidad después de dos años de luto por Gaza y sin peregrinaje a causa de la guerra. La ciudad espera recuperar el espíritu navideño. Un árbol de Navidad de 15 metros domina la plaza del Pesebre de Belén, a la altura de la basílica levantada sobre la gruta donde se sitúa el nacimiento de Jesús. El Ayuntamiento ha retomado este año las celebraciones navideñas, como el emotivo encendido del árbol, y han vuelto a llegar algunos visitantes extranjeros haciéndose selfis.

Todo, eso sí, en un clima político negativo en medio de la expansión de los asentamientos judíos en Cisjordania, a la que pertenece Belén y que Israel ocupa militarmente desde hace décadas.