Unos vehículos trasladaban a Tel Aviv los restos de cuatro cadáveres entregados por Hamás para ser analizados en el Instituto Anatómico Forense. Tres ya han sido identificados, los restos del cuarto, sin embargo, no son de ningún secuestrado israelí, según ha informado el Ejército. De momento, Hamás solo ha entregado los cuerpos de siete de los 28 fallecidos porque, dice, tiene problemas para localizarlos. Israel ha amenazado con restringir más la ayuda humanitaria si no se devuelven todos. Informaciones confusas sobre la reapertura del paso fronterizo de Rafah entre Egipto y la Franja de Gaza que permita la entrada de camiones con ayuda humanitaria para asistir a los palestinos en una Franja arrasada. En esta segunda fase del plan de Trump, el desarme de Hamás es uno de los objetivos, pero hay imágenes en las que se ve cómo sus milicianos desatan el terror en la calle disparando por la espalda a personas a las que acusan de colaborar con Israel. El presidente estadounidense ha advertido a Hamás que, “si no se desarman, los desarmaremos, y será rápido y quizá violento”. Por su parte, el primer ministro israelí ha amenazado con que si no se produce ese desarme “se desatará”, dice, “el infierno”.