Se acabó el idilio entre Trump y Elon Musk
Musk ha calificado la nueva ley fiscal de “abominación repugnante”
Solo unos días después de la calurosa despedida de Trump en el Despacho Oval, con halagos y regalos incluidos, Elon Musk sorprendía en su red social con unas palabras muy duras contra la ley fiscal de Trump, la gran apuesta legislativa del mandatario junto con los aranceles. Musk dice que lo siente, pero que no aguanta más. La ley de presupuestos, añade, es escandalosa, una abominación repugnante, una ley que tiene que votar el Senado y que aumenta la deuda en dos billones y medio de dólares para sufragar, por ejemplo, las deportaciones o la seguridad nacional. Algo incompatible con Musk, su motosierra y su obsesión con los recortes. Ni Trump ni la Casa Blanca han querido entrar en esta guerra. El presidente ya conoce la postura del magnate y eso no va a cambiar, se limitó a decir la portavoz. Que algo se había roto en esta relación quedó patente este fin de semana. El presidente anunció que retiraba la candidatura para dirigir la NASA a Jared Isaacman, aliado de Musk, al que el multimillonario había recomendado. Atrás quedan sus apariciones estelares en campaña, a veces muy polémicas, medio año de idilio siendo la sombra de Trump, hasta que el choque de egos ha hecho que cada uno se vaya por su lado.