La diseñadora italiana Donatella Versace ha presentado en la Semana de la Moda de Milán una colección lúdica y colorista de estampados dispares, con la que pretendía llevar a la pasarela «optimismo y alegría». El desfile de Versace del viernes 20 de septiembre, celebrado en el Castello Sforzesco medieval, comenzó con modelos que lucían estampados dispares: tops en zigzag y faldas florales, una estética que dominó la línea primavera/verano 2025, tanto para mujer como para hombre. Los estampados se mezclaron en vestidos y faldas de seda, camisas y prendas de punto en marrón, azul, lila y amarillo, con toques de la cabeza de Medusa de Versace en algunos diseños. Los conjuntos hacían un guiño al estilo de los años 90, con camisas que asomaban bajo cárdigans cortos desabrochados, y también había una selección de trajes sastre y pantalones en color limón. «Cuando hay tanta oscuridad en el mundo, con esta colección he querido aportar color, luz, optimismo y alegría, que nunca hemos necesitado tanto», declaró en un comunicado el jefe de diseño de la casa de moda italiana Versace. Algunas piezas estaban cortadas en dorado brillante: un corsé, una falda y un vestido sin tirantes. Las modelos también lucieron medias de colores y tacones de aguja o plataformas en tonos llamativos, mientras que los modelos masculinos llevaban trajes con zapatillas deportivas o calcetines y sandalias.

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