Este 6 de febrero de 2025 se cumple el segundo aniversario del devastador terremoto que sacudió Turquía y dejó más de 50.000 muertes. A lo largo del país se han celebrado varias ceremonias de homenaje sobre todo en las ciudades de Hatay y Adiyaman, dos de las zonas más golpeadas por el desastre.

En Hatay, cientos de personas se congregaron frente a un monumento dedicado a las víctimas, con la inscripción "No olvidamos, no olvidaremos" en turco. La co-presidenta del partido pro-kurdo DEM, Tulay Hatimogullari, participó en el acto depositando flores. Los manifestantes marcharon por las calles coreando "No hay olvido, no hay perdón, no hay enmienda", portando antorchas y teléfonos con las linternas encendidas. En Adiyaman, otra de las ciudades severamente afectadas, una multitud similar se reunió para una marcha encabezada por el co-presidente del DEM, Tuncer Bakirhan. Los participantes portaban pancartas en turco y kurdo con mensajes como "¿Alguien puede oírme?" y "Estamos de luto, no dejaremos que se olvide".

Dos años después del terremoto, que afectó a 11 provincias turcas y partes del norte de Siria, cientos de miles de personas siguen desplazadas y viviendo en alojamientos temporales. La reconstrucción avanza más lento de lo previsto inicialmente, especialmente en ciudades como Hatay, donde las calles vacías y los negocios cerrados aún definen el paisaje urbano. El terremoto de magnitud 7,8 y sus réplicas del 6 de febrero de 2023 dejaron más de 55.000 muertos y 107.000 heridos, reduciendo a escombros hogares, hospitales y monumentos históricos en una de las catástrofes más destructivas de la historia moderna de Turquía.