De las delicadas y expertas manos del sastre Macinelli a la Sala de las Lágrimas, donde se vestirá el próximo papa antes de presentarse ante el mundo. Una de esas tres vestimentas será la que elegirá el nuevo papa en función de su talla. Raniero Mancinelli las ha confeccionado con sus propias manos: talla pequeña, mediana y grande. Si hay algún experto en vestir papas es él, que ha sido el sastre de los tres últimos: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Mancinelli lleva en el oficio desde 1962. Por sus manos han pasado las telas tradicionales que usó Juan Pablo II, las pesadas y valiosas de Benedicto XVI y las más sencillas y baratas que siempre eligió el papa Francisco.

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