Beit Lahiya, hoy. Los cadáveres siguen llegando a este hospital de la Franja de Gaza tras otra noche de ataques israelíes mortíferos que dejan más dolor y desesperación. Esta mujer ha perdido a sus hijos. Desde que Israel rompió la tregua con Hamás, hace dos días, más de 500 palestinos han muerto en los bombardeos, según fuentes gazatíes. Entre las víctimas, el bebé y la esposa de este hombre. Nadie se siente a salvo aquí. El Ejército israelí ha reanudado, además, las operaciones terrestres en Gaza y ha retomado parte del control del corredor de Netzarim, que divide en dos a la devastada Franja. El primer ministro Netanyahu asegura que la nueva ofensiva continuará hasta que se logre una victoria total sobre Hamás. Mientras, la angustia se recrudece también entre los familiares de los 59 rehenes israelíes aún están en manos de la organización islamista. Se manifiestan en Tel Aviv o en Jerusalén con críticas al Gobierno de Netanyahu por su gestión del conflicto. Indignados porque, dicen algunos, se ha abandonado a los secuestrados.

-Redacción-