La capital ucraniana, Kiev, ha vivido una de las noches más trágicas de las últimas semanas tras un ataque masivo de drones y bombardeos rusos que se ha saldado, de momento, con 14 muertos y medio centenar de heridos. El ataque comenzó de madrugada y afectó a 24 puntos distintos de la ciudad, todos ellos en zonas residenciales, donde la destrucción ha sido devastadora. Entre los escombros de uno de los edificios de apartamentos impactado directamente por un dron ruso, los equipos de rescate han seguido trabajando esta mañana para sacar cadáveres y atender a los heridos. Los habitantes de Kiev, incrédulos y desolados, han expresado su dolor e impotencia. El alcalde de la ciudad ha alertado sobre la presencia de municiones de racimo cerca de los edificios atacados, lo que dificulta las labores de rescate y aumenta el peligro para la población civil. “Están haciendo lo posible por matar a la mayor cantidad de gente posible”, denunciaba el regidor municipal. Las autoridades continúan evaluando los daños y el número de víctimas podría seguir aumentando a medida que avancen los trabajos de desescombro.