Después de la tormenta, toca la limpieza. Cepillos, fregonas y cubos llenos de barro. Así vemos hoy a los trabajadores de este hotel de Playa d'Embossa.

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Tuvieron que desalojar a los clientes y trasladarles. Soldados de la Unidad Militar de Emergencias llevan toda la noche bombeando agua con estos camiones. Esperan reabrir este fin de semana.

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Algunos locales tendrán que echar el cierre. En algunas zonas de la isla blanca llegaron a caer 300 litros por metro cuadrado.

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AsÍ quedó este supermercado. Los estantes destrozados y el suelo convertido en un lodazal. En este restaurante los frigoríficos flotaban y quedaron volcados.

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La playa muestra todavía el rastro de la tormenta.

También en la carretera del aeropuerto, que sigue cortada. Los embalses están llenos y tienen que retirar el agua acumulada.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1.- TOTALES RAIMUNDO SEGARRA MARI, DIRECTOR HOTELES GRAN PALLADIUM

2.- TOTALES CIUDADANOS ANÓNIMOS