La segunda vida de las maletas perdidas
Una asociación transforma el equipaje extraviado en productos reutilizables, generando empleo para personas con discapacidad y apoyando a ONGs a través de sus ventas solidarias
Un vestido de novia, unas esposas rosas, un casco de bombero o incluso una paellera gigante. Todo eso ha viajado dentro de una maleta y ha acabado extraviado. Cuando el equipaje no llega a su destino, a veces termina en manos de Envera, una asociación sin ánimo de lucro que lleva casi 50 años dando una segunda oportunidad tanto a estos objetos como a las personas. "Las cosas más curiosas son esas que no te imaginas que alguien metería en una maleta", cuenta Daniel Álvarez, responsable de producción en Envera. La organización recibe maletas perdidas en aeropuertos o barcos.