El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, está satisfecho con el acuerdo de pesca, alcanzado esta madrugada en Bruselas, que permitirá faenar 143 días ,el próximo año, en el Mediterráneo, gracias a las medidas de salvaguarda medioambiental implementadas hasta ahora y sin que sea necesario poner en marcha otras nuevas. El sector acoge el pacto por un lado con alivio, pero también con la certeza de que tendrán que parar cinco meses, lo que, para algunos, hace su empresa "inviable, porque hay comer todos los días del año". Además del pacto para el Mediterráneo, se ha acordado sobre otras cinco zonas, en este caso con límite de cuotas pesqueras. Y aquí hay malas noticias para la caballa, que debido a la sobreexplotación que han hecho de esta especie paises del norte de Europa no comunitarios, como Noruega, ha hecho que se fije un 70% de disminución en la cuota. Los armadores aseguran que se va a destruir mucho empleo y que esta disminución de las capturas es insostenible. El ministro Planas ha explicado que sólo es un acuerdo provisional y que tienen la intención de mejorarlo. Como ocurre para la cigala del Golfo de Cádiz, con una reducción de un 50%, por un informe sobre su estado de conservación que el Gobierno español pedirá revisar. Por contra, anchoa, boquerón, merluza, gallo o atún se estabilizan. Y ese es el objetivo, según el ministro, para todo el sector: frenar las reducciones, estabilizar y, a partir de ahí, mejorar. Siempre desde el equilibrio entre sostenibilidad y rentabilidad. Y de esos se quejan los armadores, de estar siempre pendientes del hilo de Bruselas sin saber cuánto van a poder "producir".