En la trastienda española de la lista Forbes
La fascinación por el dinero dispara el interés por la lista de los más ricos de España
Está feo hablar de dinero. Eso dicen. Ahora bien ¿nos encanta? Desde luego. Lo hemos vuelto a ver esta semana en la que la lista Forbes ha rellenado los famosos ríos de tinta con sus menciones a los de siempre -Amancio, Alicia, Juan- y por lo de siempre. La reedición anual del santoral de los muy millonarios confirma que ahí, sí, siguen los clásicos. Nombres y estirpes: los Entrecanales, los Botín, los del Pino... O sea, que calma. Pero, a la vez, desasosiego porque reabre el pozo de la curiosidad, a veces malsana, sobre ese inalcanzable mundo de los superricos. Pregunta: ¿Qué nos gusta saber de ellos? Según la IA, un poco de todo: que si hay novedades; que si de cuánto dinero hablamos -258.000 millones en manos de los 100 primeros- que si cómo va lo de las mujeres, que suben, pero poco. Generalidades varias que nos hablan, algo, del país que somos. Y, luego ya sí, curiosidades varias. Los García Baquero, los de los quesos, por ejemplo, son los últimos en la fila de los 100. Los únicos, por cierto, de Castilla-La Mancha en el club. La región con mayor riqueza media individual es... Galicia, con 18.000 millones. Sí, el efecto Amancio. Julio Iglesias, el único artista, está en el 81. Un señor al que pocos conocen es el más rico de Lleida. Ya. ¿Y? Pues eso, que el dinero no da la felicidad pero sí mucho de lo que hablar.