Trabajadores viviendo en caravanas, la alternativa a la crisis residencial
En lugares turísticos como Palma o Málaga no tienen otra opción por los elevados precios de la vivienda
Son Hugo, el mayor asentamiento de caravanas de Palma. En total son unos 60 vehículos, los hogares de muchos trabajadores como Eduardo, pintor náutico. Llegó hace seis meses para, como todos, abaratar costes. Porque el dinero tampoco le llega a Charo, limpiadora de colegios, sin otra opción desde hace dos años que su diminuta caravana. Con el mismo problema sobrevive Magda, cuidadora, que tiene su casa aparcada en plena Costa del Sol, Málaga. Cerca de ella se encuentra Sergio, limpiaplatos. Trabajando tres días a la semana le es imposible hasta meterse en una habitación. Sigue pagando la autocaravana que compró mientras reconstruye su vida. Un verano más esperando algo estable o al menos otra alternativa.