El número de pedidos no para de crecer. La mitad de los residentes en España tira de aplicación de envío a domicilio al menos una vez al mes y un 20% llama a un rider semanalmente. Un mercado en alza con enormes perspectivas de crecimiento, pero con sombras. Una realidad que nada tiene que ver con el inicio del delivery en España. Se basaba en el modelo de economía colaborativa, un sector que llegó sin reglas y tras la ley rider comenzó a regularse, aunque todavía queda mucho por hacer. La jornada laboral de un rider es dura. Lo que cabe en sus maletas también se diversifica, La próxima gran línea de negocio será el envío a casa de la cesta de la compra, con crecimientos que se estima que rondarán el 50%.