S016-LLEIDA SIN PANADEROS
El aroma del pan recién hecho vuelve a llenar los obradores de Lleida gracias a las clases impulsadas por el Gremio de Panaderos, una iniciativa destinada a reavivar la pasión por un oficio que lucha por sobrevivir. En el último año, doce panaderías han cerrado en la Pla d'Urgell, y apenas quedan 38 de las más de 130 que había hace unas décadas. “Un pueblo sin obradores significa la muerte”, lamenta Toni Frias, presidente del Gremio, que alerta de la falta de relevo generacional y del impacto que eso tiene en la vida rural. Los cursos, gratuitos, buscan formar a jóvenes para que puedan abrir sus propios negocios en sus municipios. El asesor del Gremio y profesor, Jesús Querol, explica que los alumnos aprenden desde las técnicas básicas de amasado hasta la gestión de un obrador. “La gente tiene que ir a comprar pan a 50 kilómetros, y eso no puede ser”, subraya. Entre los participantes, muchos coinciden en que no se puede dejar morir un oficio que forma parte de la identidad local. “Es duro, sin horarios ni fines de semana, pero merece la pena mantener la calidad artesanal”, cuenta Laura Hut, panadera de tercera generación en Mollerussa. El Gremio espera extender la iniciativa a otras comarcas el próximo año, con un objetivo claro: que los hornos sigan encendidos durante mucho tiempo.
DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES
1. RECURSOS CURSO DE HORNO EN PANADERÍA.
2. TOTALES TONI FRÍAS, PRESIDENTE GBREMIO DE PANADEROS DE LLEIDA.
3. TOTALES JESÚS QUEROL, ASESOR GREMIO DE PANADEROS DE LLEIDA.
4. TOTALES ALUMNOS CURSO.