Los riesgos para las asistentas del hogar pueden ser numerosos, de ahí la obligatoriedad de tener un plan de riesgos laborales. La ley exige ahora a las personas que tengan alguien en casa contratada a detectar y solventar los posibles peligros, al igual que hacen la empresas. El plan se puede elaborar online de forma gratuita. Usuario y contraseña, personas en casa, características del hogar y gracias a un cuestionario se detectan los riesgos. A partir de esas recomendaciones se actúa. La empleada del hogar está informada de los posibles riesgos que puede tener mientras desarrolla su trabajo. No tener el plan en vigor supone sanciones. La horquilla es muy amplia: de 45 euros hasta 800.000 euros, pero atentos a la posible multa más común, porque la ley entiende que la vivienda es el lugar de trabajo de la empleada del hogar. Otra cosa es dejar entrar o no a los inspectores. Aunque los expertos recomiendan tenerlo todo en regla para evitar problemas.