Es una de las grandes tradiciones de la Nochevieja y para cumplir con ella hay que pasar primero por el mercado. Las hay de muchos tipos y formas: envasadas, en bolsas, en copa, en racimo o lavadas y listas para consumir. Pero la que más se demanda ahora es la uva sin pepitas. Dos de cada tres uvas que se consumen en Nochevieja vienen de Vinalopó, Alicante. Una uva nacional que mantiene los precios, pero que tiene que competir con la uva importada que es más barata. Y aunque hay quien busca alternativas como los quicos o las mandarinas, lo normal es que las uvas de la suerte no falten en la mesa.