Lorena lleva casi 20 años en España. Ha trabajado de limpiadora, en el campo… Pero con un hijo de 10 años necesita un trabajo fijo. Ingeniera forestal, Ornella viene huyendo de un país, Argentina, donde su sueldo ya no le alcanzaba para vivir. Ahora espera que la fotovoltaica le dé ese ansiado puesto de trabajo. En total son 16 las mujeres, en situación de desempleo y vulnerables, que se están formando en un curso en Almería que demuestra que no existen barreras y que están preparadas para todo. Un proyecto desarrollado por la Fundación Acción contra el Hambre y gracias al apoyo de la Fundación Iberdrola cuyo objetivo es convertirlas en instaladoras de fotovoltaica. Mujeres valientes para las que el sol es esa puerta que se abre iluminando su futuro.