Es el paraíso para los más pudientes y se nota en cosas como las imitaciones de coches de carreras que se deslizan por las aguas, cerca de la orilla. Cada verano, miles de personas viajan a Marbella buscando algo más que sol y descanso. Quieren 'algo más' y aquí lo encuentran, cuenta Alfredo Migueles, empleado de una exclusiva firma inmobiliaria. "Si alguien necesita chófer, chófer. Si alguien necesita chef, un chef. Lo que decimos aquí en Marbella: Lo que puedas necesitar solo se tiene que pedir. Y si no existe, se crea". Un estilo de vida que lleva a los turistas de élite a gastar más de 100 millones de euros al año en Marbella. Un veraneo así no está al alcance de cualquiera. "Estamos hablando de gente del mundo del futbol, de la política, del mundo empresarial y luego también personas de familias reales", explica Migueles. Una combinación que, para el turismo de cinco estrellas, convierte a la Costa del Sol en todo un lujo.