El lobo ibérico destaca como aliado sanitario del ecosistema
Expertos destacan en Zamora su papel clave como regulador de poblaciones y controlador natural de enfermedades en la fauna salvaje
En Robledo de Sanabria, en el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, la astucia y la inteligencia del lobo vuelven a situarse en primer plano. Sus hábitos de caza, tradicionalmente cuestionados, son ahora considerados un elemento clave para la salud del ecosistema. Los especialistas subrayan que el lobo ibérico es una especie apical, un superdepredador con un papel esencial como equilibrador de poblaciones y como saneador natural. Según explica la educadora Ester Márquez, su función no solo regula el número de animales, sino que influye directamente en la calidad sanitaria de las especies sobre las que depreda. El biólogo Carlos Sanz añade que los lobos tienden a capturar a las presas más débiles o enfermas, detectando con mayor rapidez a animales infectados, como ocurre con el jabalí. El debate sobre el control del Canis lupus ha cambiado en los últimos años. La aparición de nuevas enfermedades en la fauna salvaje ha abierto otra perspectiva, reforzando la idea de que ninguna intervención humana iguala la eficacia de las manadas de lobos como guardianes naturales del equilibrio ecológico.