Los incendios de este verano han dejado una huella devastadora en el campo español: 35.000 hectáreas agrícolas arrasadas, 3.000 explotaciones ganaderas afectadas y más de 120.000 animales muertos. El impacto económico supera los 600 millones de euros. Detrás de estas cifras están historias como la de Silvia, que logró salvar sus 30 reses, aunque perdió toda su granja. O Avelina, aún en shock tras perder 19.000 gallinas. Quienes no tienen seguro —alrededor del 40%— afrontan el futuro con incertidumbre. Agroseguro, la principal aseguradora del sector, califica este año como el peor desde 2020. Sin embargo, muchos daños, como la pérdida de pasto, no están cubiertos. Apicultores también sufren: sus abejas no producirán miel hasta que la flora se recupere, en dos o tres años. Las organizaciones agrarias exigen ayudas urgentes a todas las administraciones, incluida la Unión Europea. Las secuelas de este agosto negro podrían durar años.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. TOTALES JAVIER FATÁS, PORTAVOZ EJECUTIVA COAG.

2. TOTALES CARLOS LLUC, CORREDOR DE SEGUROS

3. TOTALES SERGIO DE ANDRÉS OSORIO, DIRECTOR GENERAL DE AGROSEGURO.