El ritmo de trabajo es inasumible: 30 habitaciones de media por jornada laboral y así, día tras día. Secuelas físicas y psicológicas por culpa de un trabajo agotador. Es una de las múltiples peticiones del colectivo de las kellys. En Baleares, una cadena de establecimientos con seis hoteles las ha escuchado y va a reducir a parte de la plantilla la jornada laboral. Mismo sueldo y menos horas para las camareras de piso que se acerquen a la edad de jubilación. Eulalia fue pionera en la lucha de las kellys. Tiene 62 años, ha trabajado más de media vida limpiando habitaciones de hotel. Las secuelas de sus maratonianas jornadas de trabajo se notan: incapacidad permanente. Su pensión apenas alcanza los 800 euros. En la actualidad, en España hay alrededor de 150.000 camareras de piso.