El fondo buitre Vandor tiene ya 14 edificios en toda Barcelona
Con la ayuda del Sindicato de Inquilinas los vecinos de estos catorce bloques se han unido para luchar por sus viviendas
Rosario sigue pagando 1.000 euros de alquiler al mes a pesar de que hace dos años que terminó su contrato. Es la última inquilina de esta finca convertida ahora en alquiler de habitaciones para estudiantes extranjeros. Y eso multiplicado por diez pisos. Sabe que pronto llegará la carta de desahucio pero por mucho que busque a sus 63 años no encuentra algo que pueda pagar. Clara vive junto a sus dos hermanos y su madre en otro edificio que también ha comprado el fondo buitre Vandor que tiene ya 14 edificios en toda Barcelona. Le quedan dos años de contrato pero ya le han dicho que no renovarán ni a ella ni a nadie. Con la ayuda del Sindicato de Inquilinas los vecinos de los catorce edificios se han unido para luchar por sus viviendas.