El caos en Barajas se medía por la longitud de la fila de viajeros para pasar el control de seguridad. En ella, miles de personas esperaban y esperaban, consultando el móvil y muy atentos a las pantallas, inquietas por no saber si llegarían a tiempo a su vuelo. Entre ellos Ángel y sus cinco amigos, con destino a Canarias de vacaciones. Regina y su familia ni se imaginan no volver a casa ya, y Julia tiene que viajar a Los Ángeles, sí o sí, por cuestiones de trabajo. Pese a los avisos de AENA para llegar con tiempo al aeropuerto, algunos han perdido sus vuelos, otros han ido muy apurados y los más afortunados han podido celebrar llegar, al menos, al control de seguridad.