Los menores de 36 años, a pesar de ser jóvenes y de tener buena salud, son los que más bajas piden. Llegan incluso a duplicar a los mayores. El 84% de esas "ausencias laborales" son de corta duración, como resfriados, gastroenteritis o dolores de espalda. Sin embargo, las que se alargan más de un año están relacionadas con la salud mental: estrés grave, trastorno depresivo y, sobre todo, ansiedad. Por su complejidad, los problemas psicológicos son los que más tardan en resolverse y los que más llegan a las consultas. Demasiados frentes abiertos para ellos y ellas. Tantos problemas y los jóvenes lo saben bien. Recordando que la salud mental necesita su tiempo.