Ester Guillamet, vocal de la Plataforma contra la Vivienda Turística en Badalona, ha expresado este lunes el rechazo de la entidad a la nueva normativa municipal que regula los pisos turísticos en la ciudad. Guillamet ha recordado que la crisis de la vivienda es la segunda preocupación de los españoles y que la proliferación de viviendas turísticas agrava el problema, especialmente en ciudades como Badalona, cuya proximidad con Barcelona genera un “efecto llamada” para especuladores que compran edificios enteros con fines turísticos. Según la portavoz, la presencia de pisos turísticos en Badalona —con cerca de mil anuncios en Airbnb frente a los 224 registrados oficialmente en la Generalitat, lo que representa solo un 22%— está generando malestar vecinal, pérdida de comercio local y debilitamiento de las redes de barrio. “El turista no diferencia entre Barcelona y Badalona: estamos cerca de la playa y del metro, y la noche aquí le sale más barata”, ha señalado Guillamet, subrayando el riesgo de que la ciudad se convierta en una extensión de la capital catalana en términos de presión turística. Guillamet también ha criticado que la nueva normativa presenta importantes deficiencias, como la falta de un régimen sancionador efectivo y de dotación presupuestaria suficiente para su aplicación. Estas declaraciones se han producido en el marco de una concentración en la plaza de la Vila de Badalona, donde unas 70-80 personas han compartido espacio con otros colectivos que reivindicaban diferentes causas sociales.