La compra en la plataforma del gigante chino Shein parece de lo más agradable, pero detrás esconde lo que llaman “patrones oscuros”. Técnicas utilizadas de manera masiva en internet para que el consumidor pierda todo control sobre las emociones y se deje llevar por sus impulsos. Asociaciones de consumidores de toda Europa (incluidas las españolas, ASUFIN y CECU) han denunciado estas prácticas de insistentes y embaucadores mensajes. Ejemplos: “¿No quieres ahorrar dinero?”, “¿Vas a perder este descuento?” o “Esta oferta dura solo unos minutos”. Según las asociaciones, Shein está diseñado para crear adicción, para incitar a comprar compulsivamente. Pasamos horas y horas con el scroll infinito sin darnos cuenta, generando un sobreconsumo innecesario. Una moda ultrarrápida, supuestamente más barata, pero que acarrea problemas medioambientales y laborales. Y que acaba resultando más cara.