Doscientas toneladas de ladrillos diarias se producen en la fábrica de Cerámicas Campo en Laracha, A Coruña. Una fábrica que ha conseguido reducir las emisiones de CO2 un 35% utilizando huesos de aceituna convertidos en polvo en la fabricación. Lo normal es utilizar un derivado del petróleo que mezclan con el hueso de la aceituna. Tras varias cocciones y procesos se obtiene un ladrillo mucho más sostenible. Solo un 20% de la aceituna se utiliza para producir aceite, el resto son residuos que se convierten en la planta de Valdetorres, Badajoz, en nanopartículas, con múltiples usos. Con las nanopartículas han fabricado además una malla con la que descontaminar el agua. Atrae a los metales pesados y es reutilizable.

-Redacción-