X036-BARCELONA IRIS TIO Y DENNIS GONZALEZ

La nadadora artística Iris Tió y su compañero de dúo mixto Dennís González han cerrado una temporada histórica para la sincronizada española con un balance que mezcla satisfacción, autocrítica y ambición de futuro. Tras conquistar varias medallas en el Mundial, ambos han valorado el trabajo realizado, la importancia de su entrenadora y su evolución personal dentro y fuera del agua. “Es imposible elegir una sola medalla”, reconoce Iris Tió, visiblemente feliz tras su paso por el campeonato. “La medalla en solo fue una sorpresa. Empecé fuerte, aunque al revisar la actuación veo fallos. Aun así, sé que puedo superarme”, señala. Para la catalana, uno de los grandes cambios de la temporada ha sido la incorporación de Andrea Fuentes como entrenadora. “Es la clave del éxito. Me ha hecho ganar confianza, es la mejor entrenadora que hemos tenido”, afirma con rotundidad. Tió, hija de músicos, recuerda con humor cómo empezó en la sincro: “De pequeña intenté aprender música, pero me aburría, necesitaba moverme. Me apuntaron a sincronizada porque era lo único que me cansaba”, explica. Ahora, el objetivo para la próxima temporada es “mejorar las figuras adaptadas al nuevo reglamento y seguir trabajando para ser referentes”. Con jornadas de hasta ocho horas de entrenamiento, asegura que por las tardes intenta compaginarlo con los estudios y algo de vida social. Este verano tendrá un mes de vacaciones hasta septiembre, que planea pasar “descansando en el Priorat y, seguro, metiéndome en alguna piscina para relajarme”. También celebra haber “mejorado en la puesta en escena”, uno de sus focos de trabajo esta temporada. Por su parte, Dennís González no esconde su sorpresa al haber conseguido el oro mundial: “No lo esperábamos porque competía Rusia, que siempre ha sido el referente”. También él subraya el papel de Andrea en este logro: “Es la clave del éxito del equipo”. González recuerda con admiración cuando le comunicaron que competiría junto a Iris: “Ella era la Gemma Mengual del centro. Sentí que era un listón muy alto. He aprendido muchísimo de su técnica”. A nivel personal, Dennís se muestra sereno ante las críticas: “Sufrí bullying de pequeño, así que ahora los comentarios anónimos en redes no me afectan”. Lo que sí le emociona es el reconocimiento en la calle: “Cuando me vienen niños y niñas a darme las gracias, todo cobra sentido”. Aunque tendrá vacaciones, asegura que le resulta “imposible desvincularse de la piscina y de la sincro”. La complicidad entre ambos es evidente. “Con Dennís me siento muy cómoda, nos compenetramos bien. Me transmite su buena energía”, destaca Iris. En los vídeos que han compartido se les ve conversando relajadamente, repasando actuaciones, mostrando sus medallas, y realizando figuras tanto en solitario como en dúo.