La renovación de Lamine Yamal por el FC Barcelona tiene una derivada relacionada con lo deportivo pero más con el plano personal del joven futbolista: el impacto psicológico que puede tener para un menor de edad cobrar 20 millones de euros por temporada. El entorno del menor es fundamental en estos casos. Y parte del posible impacto negativo podría tener que ver con sus socialización. Porque no hay que olvidar que hablamos de una edad en la que la identidad está en construcción y los vínculos con sus iguales son imprescindibles. Para evitar todo ello existe la figura del psicólogo deportivo. Otro de los riesgos a corto plazo es que el deportista pierda el foco, quede obnubilado por tantísimo dinero y olvide esos valores deportivos que le trajeron a este momento.