El Getafe volvió a marcharse del Coliseum con las manos vacías y, esta vez, con algo más que una derrota en el marcador. Tras caer por la mínima ante el Espanyol, José Bordalás compareció con un discurso directo, sin excusas ni paños calientes, consciente de que su equipo compite, pero no termina de responder cuando el partido exige algo más. Los puntos siguen ahí, pero las sensaciones empiezan a preocupar. No fue un partido para paladares finos, pero sí para equipos con convicción. En un Coliseum convertido en un campo de batalla, el Espanyol supo leer mejor el desorden, castigar el momento justo y blindarse después. Un cabezazo de Cabrera nada más volver del descanso rompió un duelo espeso y permitió a los pericos salir victoriosos de un encuentro marcado por las faltas, las interrupciones y la tensión constante.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. TOTALES JOSÉ BORDALÁS, ENTRENADOR DEL GETAFE.

2. TOTALES MANOLO GONZÁLEZ, ENTRENADOR DEL ESPANYOL.