El Cádiz lo pasó mal en el Nuevo Miradilla ante un Celta muy enchufado que en los primeros compases del partido desplegó todo su arsenal y noqueó al rival. Pero el conjunto gaditano logró salvar los muebles e igualar la situación ofreciendo un ritual de fútbol (2-2). En la rueda de prensa tras el choque, el técnico del Cádiz, Mauricio Pellegrino, elogió la imagen mostrada por los suyos y explicó que mantener esta dinámica debería ser el objetivo. "A nivel de resultado nos sabe a poco, porque teníamos la ilusión de llevarnos los tres puntos. El destino quiso que nos lleváramos un punto", indicó. Por su parte, el entrenador del Celta, Rafa Benítez, reconoció que un 0-2 a favor es un resultado que se debe aprovechar y manejar, y que a ellos les superó. "Sabíamos que podía ser un partido muy difícil en cuanto a la intensidad y la presión que ellos iban a hacer", zanjó.

-Redacción-