El Descenso Internacional del Sella volvió a teñirse de asturianía con el triunfo local en la categoría K-2, logrado por dos riosellanos, entre ellos Walter Bouzán, que suma ya doce victorias en la prueba. La victoria pone fin a tres años de dominio francés en esta competición, que ha congregado a más de 1.300 palistas de 25 nacionalidades. Desde primera hora de la mañana, Arriondas se llenó de música, grupos folclóricos y miles de vecinos y turistas que acompañaron la salida de las embarcaciones rumbo a Ribadesella. Según la organización, alrededor de 150.000 personas habrían seguido el recorrido, convirtiendo la cita en un espectáculo deportivo pero también festivo. El Sella, conocido popularmente como Les Piragües, volvió a demostrar por qué es uno de los eventos del verano en Asturias: deporte, tradición, sidra y buen ambiente unidos en una jornada que trasciende lo meramente competitivo.