Tras un respiro en las temperaturas, el calor vuelva a apretar con fuerza este fin de semana, especialmente en el sur del país. Precisamente, cuando se celebra una de las romerías más multitudinarias de España, la del Rocío. En el camino de ida, el tiempo los ha acompañado, nos cuentan. "Esperábamos más calor y ha ido bien", nos dicen algunos romeros.

Pero el respiro se acaba y desde este viernes los termómetros suben en la aldea donde se esperan más de cuarenta grados y un millón de personas. Una ecuación peligrosa. Betel Carrera, de Emergencias 061, nos cuenta que "alto riesgo de golpes de calor" y recomienda, entre otras cosas, mantenerse hidratado, no exponerse al sol y vestir con ropa fresca. Los romeros, sin embargo, no entienden de calor. "Merece la pena", nos dicen. "Ni calor ni frío, esto quita todas las penas".

También los animales sufren las altas temperaturas. Por eso se han instalado catorce abrevaderos por todo el recinto para que los caballos beban, así como zonas de sombra para que descansen. Una romería abrasadora. Pero no hay calor que valga ante la fe, la devoción y, la que dicen es, una experiencia única