Hubo un tiempo en que los teléfonos móviles no existían y la única forma de conexión estando fuera de casa era a través de las cabinas de teléfono. En España son muy pocas las que quedan en las calles.Una veintena de ellas sobreviven en Córdoba, donde el ayuntamiento ha decidido retirarlas. Están repetidas por distintos barrios de la ciudad. Ninguna funciona ya. La mayoría han sido vandalizadas, están cubiertas de suciedad, sin auricular o con el cable seccionado como si hubieran sido olvidadas a medias entre la historia y el abandono.

Han sido testigos de llamadas y confidencias de generaciones que crecieron marcando números en lugar de pulsar pantallas. Y que hablaban a contrarreloj, mientras las monedas iban bajando. "Con esta cabina nos comunicábamos mi novia y yo cuando me fui a la mili", nos cuenta, nostálgico, un vecino. "Parece mentira, antes eran muy importantes ", señala otra.

Son muchos los que miran con pena estos objetos que son ya de otro tiempo. "Debería arreglarlas y tenerlas funcionando porque hay gente que las seguiría usando ", defiende una mujer que reconoce que le han contado tantas cosas a las cabinas. "Hablaba con mi novio, con mi marido, con mis amigas y podía mandarles besos ", recuerda. Eran otros tiempos.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. RECURSOS DE CABINAS DE TELÉFONO EN LA CALLE. PLANOS GENERALES Y DETALLES. CABLE ROTO. GENTE HABLANDO POR EL MÓVIL
2. TOTALES CORDOBESES