Su majestuosidad en el zapateao o su movimiento de mantón han hecho de ella unas de las bailaoras más prodigiosas de su tiempo. 30 años sobre los tablaos y sigue con ganas de innovar ante la mirada del público. De ahí que decidiera iniciar este nuevo vuelo, esta vez en honor a Paco de Lucía. Porque no es solo un espectáculo, sino un homenaje a quien sembraba pasión cuando rasgaba las cuerdas de su guitarra. Una pasión que vibra en cada tacón que golpea la madera. Más de 180.000 personas han surcado ya los cielos junto a ella. Desde Sydney hasta Londres, de Madrid a Sevilla. El poder del flamenco ha alcanzado con Sara Baras cada rincón. Y ahora, el día 2 de noviembre es el último día para poder disfrutar de ella en el Teatro Gran Vía de Madrid dejando que sus alas nos lleven hasta lo más alto.