Con la fuerza de voluntad como grúa y con la unión de un pueblo como andamio, voluntarios y vecinos de Covarrubias, en Burgos, levantan de nuevo su viejo puente medieval. Imposible no emocionarse ante semejante gesta, que desde el aire parece majestuosa. Poco a poco van uniendo las 1.300 cajas de cartón reciclado que las mujeres del pueblo han ido preparando en poco más de una semana. Y así como una aparición, resurge esta megaconstrucción de 35 metros de largo, cinco de alto y una tonelada de peso. De esa manera el puente vuelve a presidir el río Arlanza gracias al Festival Internacional de Mujeres Creadoras y a Olivier Grossetête, el artista que ha dirigido la reconstrucción. Se trata de una manera de empoderar a un pueblo y a sus mujeres para que sin olvidar el pasado se den pasos que construyan puentes hacia el futuro.