Laguardia viaja al siglo XVIII con un belén barroco en movimiento
La localidad alavesa esconde un tesoro navideño con 73 figuras movidas por un equipo bajo el escenario
Cada Navidad, Laguardia viaja al siglo XVIII con un belén barroco que guarda un pequeño secreto. El movimiento es totalmente manual, es decir, no está nada mecanizado. Las personas debajo del escenario van haciendo mover las diferentes figuras dependiendo la representación del día que se esté celebrando en el interior de la iglesia.
Cada voluntario tiene una figura o está encargado de la música o las luces.
En los 4 días de representación alrededor de 73 figuras se mueven gracias a la coreografía perfecta de quienes mantienen viva una tradición de casi 300 años.
El Belén es un tesoro con luz propia. Un espectáculo que no se programa. Se mueve a mano, en equipo y con alma.