Durante la Semana del Patrimonio Invisible, Santiago de Compostela ha abierto uno de sus secretos mejor guardados: las catacumbas situadas bajo la Catedral. Un tesoro arqueológico, habitualmente cerrado al público, que solo han podido recorrer doce personas… y un equipo de periodistas. El acceso se realiza por unas escaleras en la nave central. A cuatro metros bajo el templo emerge una necrópolis de hace unos 1.200 años, con sepulturas excavadas en roca donde aún se conservan huesos en sorprendente estado. Entre pasadizos angostos aparecen los restos de la basílica levantada por Alfonso III en el siglo IX, construida tras el supuesto hallazgo de los restos del Apóstol Santiago. Los visitantes se muestran impactados: algunos repiten por su interés histórico; otros hablan de un “tesoro desconocido” bajo la catedral. Muchos destacan la impresión de ver tumbas y restos humanos tan bien conservados. El guía, Carlos Castelao, recuerda que hacía años que no se organizaban visitas a estas excavaciones, coincidiendo ahora con el 40º aniversario de la declaración de Santiago como Patrimonio Mundial. Explica que en este subsuelo se aprecia el origen de la ciudad, con vestigios romanos, hispanosuevos y de los primeros tiempos del cristianismo. Aquí apareció el sepulcro de Teodomiro, el obispo que identificó los restos del Apóstol. El organizador de la Semana Invisible de Santiago de Compostela, Manuel Rial, subraya que “miles de peregrinos pasean sin saber que pisan los orígenes de Santiago”, una de las pocas ciudades europeas construidas sobre una necrópolis. Bajo el Pórtico de la Gloria aún se conservan las bases de un torreón medieval, otra de las sorpresas de esta visita única.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. RECURSOS CATACUMBAS SANTIAGO.

2. TOTALES VISITANTES.

2. TOTALES CARLOS CASTELAO, GUÍA.

3. TOTALES MANUEL RIAL, ORGANIZACIÓN DE LA SEMANA DEL PATRIMONIO INVISIBLE.