Las “collareiras” de O Grove continúan un oficio que se remonta a hace dos siglos
Recolectan conchas de la playa en invierno para clasificarlas, lavarlas y trabajarlas para confeccionar joyas

Flora lleva toda su vida creando joyas. Empezó con siete años y acumula medio siglo de experiencia. Es “collareira” y su abuela se dedicaba a ello, también su madre y su sobrina. Un oficio que se remonta a hace casi dos siglos y que comenzaron a ejercer las mujeres de la villa marinera de O Grove, en Pontevedra, como complemento a la economía familiar. Pilar Piñeiro, también es “collareira”, y asegura que “hacías los deberes y después, para salir a jugar tenías que hacer dos o tres collares. Si no, no podías salir a jugar”. El invierno lo aprovechan para recoger una por una las conchas en la playa. Y después, en casa, las clasifican, lavan y las trabajan. El de “collareira” es un trabajo artesano y cada pieza resultante es única, distinta al resto. Adaptan sus productos a las modas, a lo que se convierte en tendencia cada año. Pero todas elaboradas a partir de la misma materia prima: las conchas del mar, engarzadas una a una para fabricar estas joyas artesanales.
-Redacción-