Acontecimiento de moda en la Plaza Mayor de Madrid
Decenas de invitados famosos y curiosos esperaron horas para poder ver el desfile de la diseñadora Carolina Herrera
En ese Madrid céntrico, de lo típico, del chocolate y los calamares, del paseo turístico al retrato, se coló ayer algo excepcional: el desfile de la nueva colección de la diseñadora Carolina Herrera o ‘la bomba’, como la bautizaron cuando empezaba a despuntar en Nueva York. Si uno no era de los 800 invitados al desfile, había que buscarse la vida por las alturas o a pie de calle. Las terrazas se vieron desbordadas, pero el acontecimiento mereció la pena. La firma ofreció a Madrid eso que otras ciudades como París o Milán montan con los ojos cerrados. Un desfile con un buen puñado de guiños a los gustos de la diseñadora y al lugar que lo acogió.