Los Picaos se flagelan en San Vicente de la Sonsierra cumpliendo con la tradición
La localidad riojana se llena de gente para presenciar esta curiosa procesión del SXVI

Un total de doce 'picaos' se han flagelado por las calles de la localidad riojana de San Vicente de la Sonsierra, cumpliendo una tradición que data del siglo XVI. Como cada Semana Santa, el municipio riojano se ha llenado de un gran número de personas que han querido contemplar en vivo este rito relevante de la religiosidad popular.
Los doce disciplinantes -cuya identidad se desconoce, así como sus motivos- han realizado su penitencia en la 'Procesión de la Santa Cena'. Posteriormente el rito se repite por la noche, en la 'Hora Santa'. Como marca también la tradición no es hasta el momento que sale la procesión cuando se conoce el número de 'picaos', que como requisitos deben cumplir el de ser mayor de edad, varón y disponer de un certificado de su párroco, que acredite su sentido cristiano y su buena fe. A partir de ahí, y desde la sede se les ha asignado un acompañante -hermano de la Cofradía de la Santa Vera Cruz- que ha servido de guía, ayuda, consejo y protección al disciplinante durante su penitencia. A continuación, ya con el hábito, han acudido a la procesión donde tras arrodillarse ante el 'paso' y realizar una oración, se han puesto de pie, momento en que el acompañante les ha retirado la capa de los hombros y abierto la abertura de la espalda. Tras ello, con una madeja de algodón sujeta con ambas manos, han ido propinándose golpes secos en la espalda, por encima de los hombros, a izquierda y derecha. Se golpean entre 800 y 1.000 veces, hasta que el acompañante y el 'práctico' deciden cuando es el momento de ser pinchado. Finalizada la penitencia, disciplinante y acompañante vuelven a la cofradía donde el practicante le lava y cura las pequeñas heridas con agua de romero.
Las procesiones de 'Los Picaos' en Semana Santa fueron declaradas deInterés Turístico Nacional en 2005 y en 2016 Bien de Interés Cultural de carácter Inmaterial (BIC).