Sevilla entregada al silencio como en esa noche de fervor. Porque es un momento de la madrugá. Resurgiendo en esta tarde de noviembre. El sevillano ilustre, el venerado pariente: Jesús del Gran Poder sale a la calle. Procesión única, por ser el Año de la Misericordia, camino de la catedral. Algo excepcional que emociona. En los últimos cien años sólo se ha vivido en nueve ocasiones, por ejemplo, para celebrar el fin de la Guerra Civil. Hay que capturar este momento porque el sábado estará de vuelta, aunque tratándose de un paso en Sevilla, será si el tiempo lo permite. En su regreso volverán a acompañarlo cientos de ojos. Ya lo ven, este Jesús tiene un gran poder de convocatoria.