En pleno corazón del verano, las calles de Málaga lucen más seguras y, al mismo tiempo, más internacionales. Desde hace unos días, la Policía Nacional patrulla junto a una nueva aliada: una agente de la Policía de Berlín, perfectamente uniformada con su traje germano, que recorre la ciudad andaluza hombro con hombro junto a los agentes locales. Se trata de una escena que sorprende —y tranquiliza— especialmente a los turistas europeos, quienes, entre tapas y paseos por la costa, encuentran un rostro familiar cuidando de su seguridad.

La iniciativa forma parte del proyecto europeo Comisarías Europeas, una colaboración policial sin fronteras que nació en 2008 junto a Francia y que ha ido sumando países como Portugal, Italia y, más recientemente, Alemania. Hoy, en 2025, el proyecto ha consolidado su presencia como una fórmula de éxito: policías extranjeros patrullan zonas de alta afluencia turística durante el verano para facilitar la atención al ciudadano extranjero y garantizar una experiencia turística más segura y acogedora.

La presencia de la agente berlinesa no se limita a las calles del centro histórico. También presta servicio en el Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE), situado en la Plaza de la Marina, donde colabora en la recepción de denuncias. Además, patrulla junto a unidades locales como la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y el Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), combinando labores de vigilancia, prevención y contacto directo con el turista. “Es una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel profesional como humano,” destaca el subinspector Z1 de la Policía Nacional en Málaga. “Ellos rotan por nuestras distintas especialidades, y nosotros también aprendemos mucho de su forma de trabajar.”

En Vélez-Málaga, otros dos agentes —uno también de Berlín y otro de la policía holandesa— participan activamente en ferias, conciertos y zonas de ocio como Torre del Mar, convirtiéndose en un vínculo directo con los visitantes de sus respectivos países. Además de patrullar, su función incluye la de mediadores lingüísticos, lo que agiliza la comunicación en situaciones de emergencia o duda.

La agente alemana no es solo un refuerzo policial, sino una embajadora del entendimiento. “Me están tratando muy bien, estoy muy a gusto con los compañeros,” comenta con una sonrisa. “He estado en radio patrulla, seguridad ciudadana… Estoy viendo un poco de todo y la verdad es que estoy muy contenta.”

Más allá del uniforme, su presencia transmite confianza. Muchos turistas, al ver un rostro que les habla en su idioma natal, respiran aliviados y se animan a plantear dudas o denuncias que de otro modo podrían haber reprimido. “Puedo apoyar a los compañeros si necesitan alguna traducción y, por otro lado, los turistas se quedan más tranquilos. Pueden explicar mejor su problema.”

El proceso para ser parte de este proyecto no es sencillo. La agente berlinesa tuvo que superar una serie de pruebas, entre ellas, tests de idioma. Un filtro necesario, teniendo en cuenta que su misión es, sobre todo, tender puentes.

La buena acogida del programa no ha pasado desapercibida. De hecho, está previsto que en las próximas semanas lleguen a la provincia de Málaga más efectivos procedentes de distintos países europeos.

DESCRIPCIÓN DE IMÁGENES

1. RECURSOS DE LA PATRULLA
2. TOTALES POLICÍA DE MÁLAGA
3. TOTALES POLICÍA BERLINESA