L046-SEVILLA MAILLO SOBRE ISRAEL

La comparecencia del presidente del Gobierno es la muestra de un gobierno que escucha a una ola de solidaridad mayoritaria en la sociedad española. Hay que dar la enhorabuena a un pueblo como el nuestro que se ha volcado desde las acampadas universitarias de jóvenes en abril y mayo de 2024 hasta las movilizaciones en cada etapa de la Vuelta de España o los encierros de docentes en solidaridad con con Palestina. En una ola de solidaridad extraordinaria que el gobierno canaliza a través de nueve medidas a la que le falta una décima. Una décima medida muy importante para que sean suficientes y es la de la ruptura de relaciones diplomáticas y de toda relación económica, comercial o de seguridad con Israel, que incluye también la finalización de intervención de empresas españolas en aquel país. Hace falta ruptura de relaciones diplomáticas y de un trabajo de España junto con el grupo de la OEA para que se acuse a Israel por genocidio ante la Corte de Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional y la solicitud a la ONU de una fuerza de intervención que pare el genocidio. Por tanto, no nos queda menos que celebrar que sea la primera que se desarrolle porque es la ejecución concreta de una paralización de relaciones que no puede haber con un estado genocida como el Estado de Israel. Celebramos el uso de las palabras adecuadas a una realidad durísima, la de que se está cometiendo un genocidio y que se está exterminando al pueblo palestino. El gobierno español es un gobierno, como decimos desde Izquierda Unida, de esperanza democrática y por tanto es necesario que estas medidas que se han presentado junto a las que nosotros eh exigimos se presente ante la Unión Europea para su debate y aprobación y que la Unión Europea deje de ser la cómplice eh del genocidio de Israel sobre la población palestina. Por tanto, hablamos de la apertura de un camino y una senda positiva, pero insuficiente y la necesidad de que España en esta senda de la defensa de los derechos humanos se pone desde luego a la cabeza de un occidente que está escribiendo las páginas más oscuras de la historia.