Por una trampilla se baja al túnel clandestino. Más de 12 metros de profundidad para llegar a una galería que atraviesa más de 50 metros hasta la frontera y después discurre por territorio marroquí. Todavía no han podido cruzar a la parte marroquí y no se sabe cuánto mide. Los especialistas de subsuelo han tenido que bajar con mucho cuidado por la acumulación de gases y para asegurar el camino; la construcción es estrecha y está apuntalada con madera. La utilizaban para transportar droga entre Marruecos y España. El hachís se cargaba en camiones que entraban en la misma nave sin levantar sospechas y sin miradas, porque la galería está en una nave industrial cerrada desde hace años en el polígono del Tarajal. Era una fábrica de cerveza ceutí y las antiguas canalizaciones ha sido usadas para el trasvase. Muy cerca está el puesto de la Guardia Civil, y precisamente dos guardias han sido detenidos por ayudar a pasar los controles en el puerto. Ha habido 14 detenciones y se han localizado tres camiones con más de 6.000 kg de hachís en dobles fondos.

-Redacción-