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Si antes las historias de amor comenzaban con una mirada fugaz en un bar, hoy en día la chispa se enciende en lugares mucho más cotidianos, como el supermercado. Ligar mientras se hace la compra se ha convertido en la última tendencia viral en las redes sociales, donde cada vez más personas prueban suerte entre los pasillos de frutas y verduras.

Esta nueva moda ha dado lugar a un "código" que algunos ya dominan. La estrategia es clara: ir entre las 7 y las 8 de la tarde y colocar una piña boca abajo en el carrito de la compra. Esta señal, aparentemente inofensiva, se ha convertido en el emblema de quienes buscan algo más que una buena oferta en el supermercado.

Y si la compra no da frutos, siempre hay otras opciones más tradicionales en la era digital. Bumble, Tinder e Instagram son solo algunas de las decenas de aplicaciones que millones de personas utilizan a diario para encontrar pareja. En estas plataformas, un "me gusta" o un comentario ingenioso puede ser el primer paso hacia una nueva relación.

Aunque la tecnología ha cambiado radicalmente la manera en que las personas se conectan, no debemos olvidar que, hace no tanto, ligar era un arte que se practicaba cara a cara, en bares y otros lugares públicos. A pesar de las modas que van y vienen, parece que el amor, en cualquiera de sus formas, sigue resistiendo al tiempo y a las tendencias pasajeras.